Las autoridades libias reconocidas internacionalmente han confirmado que la situación de seguridad en la capital, Trípoli, es «estable», a pesar de los recientes enfrentamientos entre milicias y fuerzas gubernamentales, que han sido calificados como una violación de los acuerdos de alto el fuego alcanzados en mayo.

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El Ministerio de Defensa del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) informó que sus fuerzas intervinieron de inmediato para contener los enfrentamientos y garantizar el respeto a la tregua, logrando la retirada de las milicias a sus posiciones previas.

El GUN reafirmó su compromiso con la estabilidad, advirtiendo que no tolerará nuevas violaciones y que tomará medidas necesarias para garantizar la soberanía en materia de seguridad.

Los enfrentamientos ocurrieron en la noche del domingo al lunes, afectando zonas cercanas al Hospital Universitario y otras áreas estratégicas de la capital. En mayo, la muerte del líder del Aparato de Apoyo a la Estabilidad (SSA) desató una ola de violencia entre milicias rivales, dejando al menos seis muertos.

Para enfrentar la crisis, el gobierno anunció la creación de un comité militar y de seguridad con el objetivo de limpiar la capital de grupos armados y fortalecer el papel de las fuerzas regulares en el mantenimiento del orden.

Desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, Libia ha estado marcada por la fragmentación política y el dominio de milicias. Actualmente, el país está dividido en dos istraciones, luego de que la Cámara de Representantes, con sede en el este, declarara el fin del mandato del primer ministro Abdul Hamid Dbeibé por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021.

Sin embargo, Dbeibé rechazó la decisión y continúa en el cargo hasta la celebración de nuevos comicios.

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