La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) advirtió este martes sobre la escalada crítica de la emergencia humanitaria en el este de Chad, donde en poco más de dos años se ha triplicado el número de refugiados sudaneses y han alcanzado una cifra de más de 1,2 millones de personas. Esta afluencia masiva está llevando al límite la capacidad de respuesta del país africano.

Más de 844.000 refugiados sudaneses buscaron seguridad en Chad desde abril del 2023, cuando estalló la guerra civil en aquella nación. Esta oleada se sumó a los aproximadamente 409.000 que ya se encontraban en el país tras haber huido de conflictos armados previos en Darfur, entre 2003 y 2023.

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La situación se agravó con la llegada de 68.556 nuevos refugiados desde finales de abril de 2025, quienes huyeron de violentos ataques en el norte de Darfur, incluyendo asaltos a campamentos de desplazados como Zamzam y Abu Shouk, y a la ciudad de El Fasher. Estos ataques han dejado más de 300 civiles muertos y han forzado a miles a huir diariamente.

Historias de terror y desesperación

Equipos de ACNUR documentaron testimonios desgarradores de los recién llegados, 72% declaró haber sufrido graves violaciones de derechos humanos, incluyendo violencia física y sexual, detención arbitraria y reclutamiento forzado. Además, un 60% fue separado de sus familias.

La crisis tiene un impacto devastador en los niños. El 66% de los infantes en edad escolar están actualmente fuera del sistema educativo, y 30 niños han llegado gravemente heridos.

La historia de Hawa, una niña de siete años que perdió a toda su familia en un bombardeo en el campamento de Zamzam y sufrió la amputación de una pierna, es un reflejo del trauma que enfrentan millones de civiles.

Respuesta insuficiente frente a necesidades urgentes

Pese a los esfuerzos de las organizaciones humanitarias y las autoridades locales, la respuesta de emergencia no cuenta con financiamiento. Solo se cubre el 14% de las necesidades actuales de refugio, dejando a decenas de personas expuestas a condiciones climáticas extremas e inseguridad. En esta misma línea, la escasez de agua es crítica: los refugiados reciben solo 5 litros por persona al día, inferior al estándar internacional de 15 a 20 litros.

Además, aproximadamente 239.000 refugiados permanecen varados en la frontera, expuestos a la intemperie, la inseguridad y el riesgo de sufrir más violencia.

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Llamado urgente a la comunidad internacional

La ACNUR reiteró la necesidad imperante de que la comunidad internacional actúe para poner fin a las atroces violaciones de derechos humanos en Sudán.

En paralelo al llamado, la agencia y sus socios en Chad solicitaron 553.7 millones de dólares para proporcionar asistencia vital, incluyendo protección, alojamiento, alimentos, agua y saneamiento.

A tres años del inicio de la guerra en Sudán entre el Ejército regular y el grupo paramilitar Fuerzas de Despliegue Rápido, cuatro millones de personas han huido a países vecinos, cifra que podría aumentar si el conflicto persiste.

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