La mujer venezolana en la Revolución bolivariana

Tiene que existir una visión no solo de la cuidadora nada más de la casa, de la comunidad, sino que tiene que darse un rol de lideresa. Foto: Prensa Presidencial.
Por: Ricardo Pose
22 de mayo de 2025 Hora: 13:32
Un elemento que rompe la vista en las consecutivas recorridas por distintas experiencias en Venezuela y en su proceso revolucionario es el rol protagónico de la mujer; desde la red de Jefas de calle responsables de distribuir la canasta de alimentos del CLAP, ser el 70% de la fuerza de producción agrícola en proyectos comunales socialistas como el Maizal, tener importantes referentes como en la estructura de Jueces de Paz, organizaciones sociales y políticas en las comunas ellas ocupan un lugar preponderante.
Sin embargo, como ocurre en el resto del continente, las vocerías y lugares de representación siguen siendo masculinos y si bien muchos de ellos reúnen las condiciones necesarias para ocupar dichos lugares, la revolución bolivariana, en tanto proceso revolucionario, parece tener una deuda con los lugares otorgados a las mujeres.
Por eso, decidimos consultar a la antropóloga Aimee Zambrano, integrante del Colectivo Utopix, un colectivo que entre otras actividades se encarga de llevar un monitoreo independiente del flagelo que también sufren las mujeres en Venezuela, como es el femicidio.
Explícame un poco el rol protagónico de la mujer en la revolución bolivariana.
Las mujeres son las que construyen el tejido social en Venezuela; son parte de los consejos comunales de las comunas y son además las que trabajan todo el tema del CLAP que es el tema de la entrega de comida que se hace por zona. Y bueno, ciertamente algo que vemos es que además con todo el tema de lo que ha sido la crisis, una crisis que además es sistémica, todo lo que ocurre en el sur global, el hecho de que Venezuela sea un país rentista que vive del petróleo, eso implica que por supuesto, cuando ocurren cosas como las medidas coercitivas unilaterales que implicó sanciones a todo lo que es el tema de la venta de petróleo, (que es lo que además termina manteniendo al Estado y a todas las estructuras del Estado), pasa que las mujeres se cargan aún más con todo lo que tiene que ver con el sostén de la vida.
Un impacto en la cotidianeidad
Sí, porque ahorita te puedo decir que las mujeres tenemos que tener cuatro o cinco trabajos remunerados para llegar a lo mínimo, porque además todo el proceso de dolarización también ha sido muy, muy fuerte.
En Venezuela y creo que pasa en América latina las mujeres terminan siendo además las que se ocupan del tema de los cuidados y muchas veces están en hogares, donde son ellas las que están criando solas a sus hijos e hijas o en familia, extendidas generalmente de mujeres, o sea, están las abuelas, están las tías, y eso es una realidad que se ha venido arrastrando, aunque ha cambiado un poco de un tiempo para acá, donde bueno, los padres como que se involucran en el tema de la crianza en algunos segmentos de la población. Pero además se suma todo el trabajo que se ha hecho desde lo que hacía el proceso revolucionario de una u otra forma.
¿A qué te refieres?
Lo que ha implicado que se genere toda una dinámica más participativa y la concreción y la creación de instancias de tejido social en las comunidades y que generalmente han sido las mujeres las que han tomado la batuta y las que han organizado esto aguas abajo. Entonces eso te imaginarás toda la carga que implica, porque la mujer tiene trabajo remunerado varios, tiene todo el tema de la carga de cuidados en el hogar, pero además tiene toda la carga de cuidado en las comunidades, entonces eso por supuesto tiene sus bemoles porque hay mujeres que están sobrecargadas con relación a todas esas tareas, pero hay otras que bueno que sienten que más bien eso les ha dado cierto nivel de empoderamiento dentro de las mismas comunidades.
Pero algo que sí seguimos viendo y qué bueno tú muy bien lo notaste es que a pesar de que son estas mujeres las que están organizando agua abajo, generalmente las vocerías y los que tienen la interconexión directa con esos espacios de poder siguen siendo los hombres los que están ahí presentes.
Incluso, si por ejemplo te pones a ver la cantidad de candidatas que hay ahorita a lo que son las gobernaciones y al tema de las diputaciones eso también es un indicador, y no ocurre nada más en el partido de gobierno. Eso también ocurre en los partidos de oposición. Entonces, pues falta que se le dé mayor valor a la mujer, más allá de a lo mejor verla como únicamente la que organiza la vida.
Tiene que existir una visión no solo de la cuidadora nada más de la casa, de la comunidad, sino que tiene que darse un rol de lideresa y un rol también de lo que sería la intermediación, de vocería, pero de vocería de alto nivel ante instancias del Estado, creo yo.
Ahora uno percibe que algunas organizaciones políticas le han dado a la mujer ciertas responsabilidades.
A veces yo siento que hay una especie de cooptación de los cuadros mujeres que están haciendo trabajo de base y terminan siendo cooptadas por ejemplo partidos, entonces esto por supuesto hace que su presencia sea menos activa, a veces dentro de la misma comunidad, asumiendo otro tipo de roles. Entonces esto también es como una contradicción que está muy latente dentro de lo que es la conformación de lo que ha sido el Estado.
¿Y ahora dentro del proceso revolucionario que vienen llevando adelante, qué rol tiene este tipo de debate?
Mira, yo creo que hay espacio donde se debate porque también hay que entender que el chavismo es heterogéneo. O sea, hay diversos grupos también que tienen diversas ideologías y tú lo puedes ver, por ejemplo, que hay sectores cristiano evangélicos, conservadores dentro de lo que es el PSUV, por ejemplo. Entonces claro en esos espacios yo dudo que esos debates se estén dando, así como hay otros sectores un poco más revolucionarios dentro del mismo partido donde este debate se puede estar dando aguas abajo, a pesar de que el tema de los cuidados todavía es un tema que sí se da, o sea que se hacen incluso campañas, hay compañeras, organizaciones feministas que hablan de estos temas, dan ese debate, pero yo siento que cuando te vas a los partidos es un debate que no es tan abierto.
O sea que podríamos decir que tiene un poco más de intensidad el planteo, en lo que serían los espacios sociales o comunales que dentro de las fuerzas políticas.
Yo siento que es así, a lo mejor estoy equivocada porque tampoco es que participo de algún partido político, pero yo sí creo que eso es un debate que no está tan abierto porque siempre ocurre que (y esto no es nada más en Venezuela y yo lo veo como una problemática que ocurre en los partidos de izquierda) y es que esos debates siempre los ven como debates secundarios, o sea, generalmente lo que implica hablar de lo que es la vida de las mujeres, lo que afecta a las mujeres. He visto como un debate secundario y pocas veces entra dentro de la agenda o entra así como en último punto que no es tan importante, entonces eso es una falencia muy fuerte que yo siento que por lo menos sí está súper presente acá en Venezuela.
¿Cuál es el papel de Utopix?
La gente generalmente asocia que es únicamente el monitor de femicidios, pero no, nosotras y nosotros los que estamos es en una comunidad colaborativa. Nosotros abordamos diversos temas, sobre todo desde una perspectiva antisistema antiimperialista, anticapitalista, feminista, y bueno, abogando por lo que son las luchas populares en el mundo. Es un espacio colaborativo, es un espacio voluntario independiente, donde sobre todo se abordan los temas de investigación a través de una mirada desde lo que es la comunicación gráfica, entonces hay investigadores e investigadoras, hay diseñadores, diseñadoras, ilustradores, ilustradores, fotógrafos, fotógrafos, todo lo que es la comunicación gráfica. Abordamos temáticas también apostando a la masificación.
Sabemos que ahora la gente no es que agarre y se lee un artículo muy largo, sino que se va como a lo más directo, nosotros trabajamos sobre todo desde la gráfica abordando temas y el monitor es un proyecto dentro de lo que es Utopix.
Un monitor independiente
Es uno de los primeros proyectos que surgió dentro de lo que ha sido la comunidad y la plataforma. Lo que hacemos es un monitoreo, un sub registro a fuentes abiertas de investigación que es todo lo que aparece en internet. Pero nosotros nos basamos en los artículos que aparecen en los medios de comunicación digitales y en lo que aparecen las redes sociales sobre los casos de femicidios consumados, femicidios en grado de frustración y femicidios de venezolanas en el exterior para hacer un levantamiento de esos casos mes a mes, porque en Venezuela no hay un observatorio referido al tema de violencia de género y las cifras oficiales desglosadas no se dan desde el año 2016.
Entonces, bueno, iniciamos este trabajo en el año 2010 emulando un poco lo que hizo María Salguero en México, haciendo georeferenciación de los casos de feminicidio y lo que se ha hecho en otros países. Por ejemplo, en Uruguay está una compañera que yo conozco con la que he articulado, que ella lleva un monitor de feminicidios allá, que es Elena Suárez.
Lo que hacemos es hacer un levantamiento de los casos, infografiamos estos casos. Hacemos un espacio también de recordatorio, más allá del tema de la cantidad de casos o de los números, nosotras hacemos una reseña de quiénes eran las mujeres, las niñas o las adolescentes también para recordar estas mujeres que fueron víctimas de la violencia feminicida en Venezuela.
Piensas que la incorporación de esta nueva figura de jueces y juezas de paz pueda incidir algo en el tema de la violencia intrafamiliar y de género.
Yo siento que si no hay un buen proceso formativo éstas figuras de los jueces y las juezas de paz va a ser todo lo contrario, o sea, más bien va a exponer a mujeres que están en situación de vulnerabilidad por hechos de violencia de género a un proceso de revictimización e incluso de amenaza. Es importante entender que no me parece mal la figura de los jueces y juezas de paz, pero tiene que haber un proceso formativo y tiene que haber un protocolo, porque no se puede dejar libre a lo que piensa el juez o la jueza de paz con relación a un hecho de violencia de género, no puede ser a su libre determinación. Entonces eso pasa por la creación de procesos formativos, de programas de formación, pero además de un protocolo o de una ley donde quede explícitamente cómo tiene que ser el tratamiento frente a hechos de violencia de género en las comunidades.
¿Cómo está en materia legislativa el tema de violencia de género?
Bueno mira acá en Venezuela en el año 2007, se creó lo que es la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Luego esta ley tuvo una primera reforma en el año 2021, donde entra el feminicidio y la inducción al suicidio como las dos formas más extremas de violencia dirigidas a las mujeres, y en el año 2021 tiene una segunda reforma donde entran cuatro tipos de violencia nuevos, dentro de lo que es la tipificación de la violencia que tienen sanciones, lo que nos lleva a un total de 25 tipos de violencia de género tipificados en el país. Te podría decir que esta ley es una ley de avanzada a nivel latinoamericano porque tipifica violencia como violencia obstétrica, violencia ginecológica, o sea, tipifica inducción al suicidio, un montón de violencias que en muchos países ni siquiera se está dando este debate, pero aún hay una deuda y esta deuda es el reglamento que tiene que acompañar a la ley y este reglamento tiene que crearlo el Ministerio del Poder Popular para la mujer en igualdad de género. Y tenía que ser creado en el año 2007 para, dejar en claro los vacíos que puede tener la ley. Este reglamento todavía no está hecho, entonces eso es algo que se está solicitando que se haga para acompañamiento a la ley, para que bueno su implementación no tenga vacíos legales. Entonces, es una buena ley, es una ley avanzada pero faltan por hacer muchas cosas y cuando vemos la implementación vemos muchas fallas, agua abajo.
Te iba a preguntar a nivel de la instrumentación, por ejemplo, si hay este juzgado se ha especializado en violencia de género, si hay unidades policiales especializadas en los temas de género.
Mira si hay fiscalías y hay tribunales. Hay una que otra unidad especializada, pero cualquier órgano receptor, cualquier cuerpo policial es órgano receptor de denuncia. Entonces acá en Venezuela cualquier mujer o cualquier persona incluso puede ir a denunciar un hecho de violencia de género a cualquier cuerpo policial y este cuerpo policial está en la obligación de tomar la denuncia. ¿Qué pasa? Muchas veces los mismos desconocimientos, falta de formación por parte de funcionarios y funcionarias e incluso alta rotación, o sea funcionarios y funcionarias que son formados con relación a la temática de la ley terminan siendo cambiados a otros espacios y esto implica que bueno, que parte de esa formación se pierde porque bueno terminan haciendo otro trabajo o terminan renunciando a cualquier otra cosa. Y entonces la persona que viene nueva no maneja bien el protocolo y termina haciendo cosas, como intentando que exista una mediación entre una víctima y un agresor, por ejemplo o no tomando bien la denuncia o no haciendo bien el expediente o cosas como que a veces las mismas mujeres tienen que entregarle la citación a los agresores o ellas mismas tienen que buscar a los testigos. Ahí ocurren muchas cosas y esto va a depender del funcionario o la funcionaria de turno que te atienda. Entonces nosotras una de las cosas que también hemos exigido es que debería existir una ley al estilo del que hay en Argentina, donde se ve todo un proceso formativo a todo el cuerpo del Estado, a todos los funcionarios y funcionarias donde se explique todo lo que tiene que ver con relación al tema de lo que es el género. Sí, y por supuesto a todo lo que tiene que ver con la violencia de género, porque también existe una especie de fragmentación; es el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género la que se encarga de casi todo lo que tiene que ver con este tema.
Pero qué pasa con el sistema de Justicia, o por ejemplo, el Ministerio de Educación que trabaja con niños, niñas, adolescentes o el Ministerio de Educación Universitaria, no tiene programas donde se hable de lo que es violencia de género o por ejemplo, el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información, no tiene una campaña permanente donde te hable de cuáles son los tipos de violencia o dónde puedes hacer las denuncias? Si entonces la petición que hemos hecho es que bueno, tiene que haber un plan de atención a la violencia, nosotros le llamamos Plan de Emergencia Feminista frente a todo lo que tiene que ver con la violencia de género y todo esto bueno desde lo que tiene que ver con todo el cuerpo del Estado.
Hay otra problemática también en Venezuela, que es que hay muy pocas casas de abrigo y cuando tú revisas la ley, la ley te dice que debería haber una casa de abrigo por municipio. Y acá en Venezuela yo te podría decir que no debe haber entre 2 a 3 casas de abrigo cuando mucho a nivel nacional, cuando debería haber por lo menos una casa de abrigo por Estado.
Podríamos resumir que la revolución tiene una revolución cultural por hacer dentro de ella misma.
Yo creo que hay que entender que la violencia de género no es únicamente una problemática de los Estados; es una problemática social, cultural y eso pasa bueno por cambios que tenemos que hacer todos y todas; muchas veces vemos que las campañas, ya sea incluso de los Estados o ya sea desde las organizaciones, van dirigidas siempre a las mujeres, como si nosotras nos pudiéramos defender solas de lo que es la violencia de género y las campañas también tienen que ir dirigidas a los hombres a los niños, a los adolescentes y que llega un punto en que entiendan y vean a la violencia de género como lo atroz que es que no se debe normalizar.
Trabajar sobre un montón de cosas que tienen que ver precisamente con este tema de los cuidados, este tema de la emulación dentro del hogar, dentro de la escuela. Por supuesto que hace que bueno que se cambien patrones que se cambien roles.
La transformación que se tiene que hacer es que existe una equidad y que se puedan reivindicar los derechos de las mujeres, que todavía creo que falta mucho por hacer.
Las organizaciones feministas, las mujeres, incluso las organizaciones que no se asuman feministas, sino de mujeres tenemos que ver cómo nos unimos para luchar por nuestros derechos porque pueden existir muchas leyes, pero hemos visto cómo en muchos países la ultraderecha se ha montado en el poder y ha revertido todas estas leyes.
Entonces nosotras activas en la calle desde una lucha constante es que podemos hacer que nuestros derechos permanezcan en el tiempo
Autor: Ricardo Pose
Fuente: Blog del autor
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